Si la posibilidad de un recorrido en barco tipo el bateau mouche del Sena te resulta impensable, aquí no vas a tener que poner excusas del tipo “me mareo en los barcos”.
Vete inventándote algo para no querer disfrutar del trenecito turístico que recorre la ciudad de Burgos, más acorde, sin duda alguna, con estas tierras castellanas en las que no se prodigan grandes ríos.
El Arlanzón no es el Sena, cruzarlo sólo supondría en el peor de los casos, que te mojaras las rodillas, pero es el río que recorre la ciudad. Más bien, la ciudad ha ido urbanizándose a lo largo de su cauce. Y le confiere ese halo de romanticismo y misterio que envuelve a esas grandes urbes surcadas por ríos. A lo largo de los siglos, se han ido construyendo puentes para facilitar el paso a un lado y otro de la ciudad. Para disfrutar de sus recuperadas márgenes nada mejor que un paseo recorriendo sus puentes desde el del Cid hasta el de Malatos pasando por el de Santa María, Bessón y Castilla.
Sofi ha descubierto estos y otros muchos lugares en Burgos. Acércate a El Viaje de Sofi y tú también los disfrutarás.
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