Ubicada en el sureste del país, es una de las islas más grandes del archipiélago dominicano. Su nombre indígena era Adamanay, se extiende a lo largo de 110 Km2, formando parte del Parque Natural del Este, en la provincia de La Romana. De suelo calcáreo, llama la atención sus playas de fina arena blanca, flanqueadas por miles de cocoteros que le brindan ese encanto paradisíaco.
Para llegar a la isla, lo mejor es tomar un catamarán. Recomendamos, visitar la localidad pesquera denominada Mano Juan y, cómo no, zambullirse en sus aguas cristalinas.
Sus gentes sencillas de entrañable y cálida sonrisa, las encontramos en los puestos del mercado, en las tiendas de souvenirs, tras los kioscos de bebidas y helados…
Podrás disfrutar de sus ricos platillos en bares y restaurantes a la sombra de las palmeras.
Su fauna es la típica del Cáribe: tortugas carey, cotorras, garzas, manatíes, jutías (mamífero roedor),
solenondote (mamífero insectívoro). Muchas de estas especies autóctonas se hayan en peligro de extinción por lo que este habitat se encuentra protegido oficialmente para la conservación de sus especies.
Para los amantes del buceo, les recomendamos que continúen en barco hasta el banco de arena mayor de la zona, donde viven muchas especies marinas. En esta piscina natural, denominada así por su poca profundidad, es fácil encontrar hermosas estrellas de mar al alcance de la mano.
¿A qué estás esperando? Haz las maletas rumbo al paraíso.