Todos estamos ya pensando en los días cálidos y con largas horas de luz. Llega la hora de decidir un destino que lo tenga todo: sol, playa, montaña, oferta gastronómica y de ocio. ¿Te parece mucho pedir?
Pues tenemos buenas noticias. Ese destino está en la Costa del Sol y se llama Marbella. La localidad, conocida por su gran ambiente nocturno y sus fiestas, es mucho más que un escaparate de glamur.
Se han escrito ríos de tinta sobre el famoso Puerto Banús, sus numerosas tiendas de marcas exclusivas y sus restaurantes de alta cocina. Una fama bien merecida ya que se trata de una de las zonas más atractivas de la ciudad.
Pero Marbella bien merece también una visita más allá de los lugares más turísticos. Su casco antiguo, antigua medina árabe, es un embriagador entramado de calles estrechas y empedradas que descubren al visitante numerosas terrazas y restaurantes o tiendas de artesanía.
El centro del que nace este entramado es la llamada Plaza de los Naranjos donde se encuentra también la Casa Consistorial, engalanada como todas las casas de la zona, con geranios y otras coloridas flores.
En las inmediaciones tenemos varios puntos de interés como la Casa del Corregidor o la Ermita de Santiago. Varias iglesias como la del Santo Cristo (S XVI), ubicada en una plaza donde se respira el arte andaluz o la venerada Iglesia de la Encarnación construida sobre una antigua mezquita, con campanario y puerta de estilo barroco de 1618. Es un templo de gran belleza y de ella salen las principales procesiones de la ciudad.
Otro de los elementos históricos que pueden disfrutarse es la alcazaba que fortificaba la ciudad hasta la reconquista cristiana y que incluye trazos romanos.
Si dejamos atrás el casco histórico y nos dirigimos a la zona sur del centro encontramos el Parque de la Alameda, un sitio de encuentro clásico para los marbellíes dada su ubicación. Un enorme parque de exuberante vegetación que se desarrolla entorno a una fuente de 1792.
Después de disfrutar de la refrescante sombra de este parque podemos pasear a través de la Avenida del Mar, cuya parte alberga una exposición permanente de estatuas en bronce debidas a la imaginación del genial artista Salvador Dalí.
Y desde ahí damos el salto a su impresionante paseo marítimo. En Marbella luce el sol casi siempre, así que en cualquier época del año podrás disfrutar de unas cañas con los tradicionales espetos de sardinas mientras te bronceas.
Ya entrada la tarde no puedes dejar de visitar el Puerto Deportivo, la zona de ocio de moda, llena de bares y terrazas donde tomar un cocktail o bailar hasta que el cuerpo aguante.
Como ves Marbella es una ciudad ideal para todos los públicos. Seas un amante del lujo de Puerto Banús o te interese más redescubrir la cultura andaluza o los secretos del mar Mediterráneo este es tu destino.
A la hora de pernoctar también puedes elegir un sitio que lo tiene todo. Ubicado muy cerca de Puerto Banús y con conexiones idóneas al centro, se encuentra BlueBay Banús**** un hotel levantado sobre 28.000 metros cuadrados de jardines tropicales y que imita al tradicional pueblo blanco andaluz.
La elección perfecta para su descanso y el de toda su familia.
Reserva ya tu viaje a Marbella y descubre por qué todo el mundo habla de ella…
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