Si estas de vacaciones en la República Dominicana, te aconsejamos alojarte en la zona de Puerto Plata, perfecta para aquellos que buscan algo más que playa y sol. Puerto Plata guarda lugares de indudable belleza y cuenta con rincones de gran atractivo histórico y cultural.
Su litoral es conocido como la Costa del Ámbar, debido a una resina fósil de pinos que existieron en la Era Terciaria y que dotaron a la región con uno de los yacimientos de ámbar más grande del mundo, joya nacional que aprisiona fósiles milenarios.
En Puerto Plata encontrarás uno de los destinos más completos de República Dominicana, con playas de arena blanca y dorada, casas victorianas, zona histórica, la montaña Isabel de Torres y su teleférico, turismo de aventura, etc. La espectacular franja de playas protegidas por arrecifes de coral, conocida como Playa Dorada, alberga el exclusivo hotel BlueBay Villas Doradas****, excepcional resort Sólo para Adultos ubicado junto al campo de golf de 18 hoyos y que cuenta con el Certificado de Excelencia de TripAdvisor 2012 entre otros de sus múltiples reconocimientos.
Uno de los mejores ejemplos de diversión en Puerto Plata es Ocean World Adventure Park. Como recomendación, vamos a dejar en el hotel esa idea de que un parque acuático es únicamente un montón de toboganes. Y, lo que resulta todavía más atractivo, traspasa esa barrera de ser meros espectadores. En Ocean World, precisamente, la gran baza es que uno se convierte en parte activa de lo que sucede.
Así dicho, puede resultar extraño. Pero lo realmente extraño es plantearse la posibilidad de nadar entre manta rayas o delfines –es el mayor hábitat creado por el hombre para estos mamíferos- o poder sumergirse –amantes del buceo, no os lo perdáis- en un arrecife de coral. Esta pequeña patria natural dominicana está pensada, precisamente, para que el visitante disfrute de ese mar Caribe hasta dónde sea capaz de imaginar. Nada de mirar de lejos, no. La idea es poder tocarlo todo –o casi, porque la piscina de tigres sólo es para ser mirada- y disfrutar de la naturaleza dominicana –el aviario y la foresta tropical son dos de los eventos diarios que nadie se puede perder-. Y digo eventos porque hay la friolera de 52 actividades diarias para el visitante.
A pesar de que vivirlo forma parte de su magia, quizás viéndolo nos hagamos una idea de lo que es el parque acuático más importante del Caribe.
Añadido, el paseo hasta allí implica poder visitar la fábrica de Ron Brugal, el ron por excelencia de los dominicanos, un auténtico símbolo gastronómico del país. Hijo de un emigrante español llamado Andrés Brugal Montaner, esta insignia dominicana tiene un único secreto: un proceso de fabricación que se remonta a la mitad del siglo XIX y que nació después de la experiencia adquirida por el fundador de las bodegas en la fabricación de rones en Cuba.
Brugal abre sus puertas al visitante para que pueda conocer en vivo y en directo el funcionamiento de una planta en la que se embotellan diariamente 360.000 botellas. Una visita en la que podemos comprobar que, aunque incorpora la última tecnología en su proceso de elaboración, Brugal mantiene ese halo de tradición que la sustenta como una de las fábricas más antiguas del país. Por increíble que parezca, parte del proceso se sigue realizando a la vieja usanza: a mano.
Además, es posible probarlo para comprobar que, a pesar de ser el mismo, el ron Brugal sólo sabe de verdad en un lugar: en Puerto Plata dónde nació y, todavía hoy, se transmite de generación en generación.
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